Libro (Rey de Reyes)
EL NACIMIENTO DEL SALVADOR
                  EL NACIMIENTO DEL SALVADOR                   

                                        Miqueas 5:2

 Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel.

En esta ocasión vamos a hablar del nacimiento de nuestro salvador del nacimiento de nuestro Rey de Reyes y Señor de Señores. Un nacimiento que era esperado por mucho tiempo y profetizado por el profeta Miqueas. Hablaremos de la fecha aproximada, el lugar, y la adoración de los ángeles, en este tema y por supuesto compartiré la revelación que me ha sido dada por el Espíritu para la edificación del cuerpo de Cristo.

1. Fecha:

La fecha del nacimiento de nuestro Señor y Rey de Reyes fue planeada perfectamente por Dios.  El apóstol Pablo escribió de que Jesús nació dentro del “cumplimiento del tiempo” (Gálatas 4:4). Dios nunca llega tarde o temprano; El siempre llega justo a tiempo. En el momento indicado, en el momento de dificultad, en el momento de angustia, en el momento de enfermedad, en el momento de persecución, cuando alguien procura ver tu llamado muerto, ahí es cuando el Rey decreta una palabra a tu favor.


Aparentemente Dios planeó que no se supiese el día, debido a la tendencia de adorar los días y lugares santos, el pueblo de Israel acostumbraba y tenía la costumbre de hacer esto.  Dios conoce la estrategia del diablo el usa una verdad para distorsionarla sabiendo el enemigo el lugar del nacimiento de Cristo podía tomar ventaja y sembrar la idolatría en el pueblo entonces así lograba que el pueblo adorara el lugar y no al Salvador. No obstante, es posible tener una idea aproximada del tiempo del nacimiento de Cristo en Belén como fue profetizado. Augusto ordenó que se hiciera un censo de la población en todo el
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Imperio. Esto fue planeado para el año 8 A.C., pero se sabe de que este censo fue reali­zado en Egipto en el año 6 A.C., y es muy posible que fuera realizado en Palestina el año siguiente, 5 A.C. Herodes murió en el año 4 A.C., y él vivía todavía cuando nació Jesús. Juan comenzó su ministerio en el año decimoquinto de Tiberio, a los treinta años, haciendo caer su cumpleaños en el año 5 A.C. Es muy posible que Juan naciera en la primavera del año 5 A.C. y Jesús seis meses más tarde en el otoño del mismo año.

No conocemos el día ni el mes de Su nacimiento. Tuvo lugar mientras los rebaños aun estaban pastoreando en campo abierto. Por lo tanto, tenía que haber sido a fines del verano o al principio del otoño, no más tarde que el mes de octubre donde comienza el frio invierno.

El 25 de diciembre era la fecha de la fiesta romana pagana de Saturnalia. Era una ocasión de gran corrupción moral y también era una ocasión de buena voluntad, en la que no se ejecutaba a ningún criminal, y los amigos se obsequiaban regalos entre sí. Durante todo este día los esclavos disfruta­ban de su libertad. Los cristianos sacaban ventaja de esta fiesta para pasar el día celebrando el nacimiento de nuestro Señor Jesús.

2. Lugar:
Al realizarse el censo, se ordenó que los judíos debían empadronarse  en sus ciudades natales. Tanto José como María eran de descendencia Davídica cuya ciudad natal era Belén. Esto fue en cumplimiento de una profecía; Miqueas 5:2 “Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel.”

Belén está situada casi 10 Kms. al sur de Jerusalén. Era una hermosa ciudad rodeada por terrazas cubiertas con viñas y
árboles frutales. Era la ciudad natal del rey David. Cerca de
                
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esta ciudad Raquel había fallecido al dar a luz. Era también la ciudad de Rut y Booz.

Cuando llegaron a Belén, encontraron al pueblo lleno de gente que había llegado para inscribirse en el censo. No había sitio disponible para acomodarse, de manera que fueron obligados a pasar la noche en el establo abierto donde se albergaba a los animales. Una vez más Dios nos revela por su palabra la importancia de la humildad, primero Nazaret un lugar rechazado pero santificado por Dios para la mayor  visitación, ahora Belén que significa (casa de pan) Jesús vino en carne para servir no para ser servido, el es el pan de vida nacido en Belén  (Jn.6;35) dice; Y Jesús les dijo: YO SOY el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás. Jesús es el que calma nuestra hambre y sed espiritual, él nació con ese propósito y cuando nosotros nacimos del agua y del espíritu como dice (Jn.3;5) Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y de Espíritu, no puede entrar en el Reino de Dios.)



3. La Adoración De Los Ángeles:

En las praderas al este de Belén había pastores judíos de humilde condición que vigilaban sus rebaños. Fueron estos hombres sumamente humildes a quienes Dios reveló su gloria.

Un ángel de repente se presentó delante de ellos y una gran luz resplandeció alrededor de ellos. El ángel calmó sus ansiedades y temores con la alegre noticia: “ ... porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor” (Lucas 2:10-11).


El niño nació y cuando habían pasado ocho días, Jesús fue
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circuncidado según la Ley de Moisés (Levítico 12:3). En ese momento se le dio un nombre. Usualmente los padres escogían el nombre de sus hijos, pero Dios a través de Gabriel nombró a Jesús (Jehová­ -Salvador). La purificación de los padres y la redención del primer hijo varón tuvo lugar conforme a la ley, cuarenta y un días después del nacimiento (Levítico 12:6). En la presentación en el Templo, los ricos podían traer un cordero, y los pobres dos palomas. El regalo de Miaría indicaba la humilde condición en que se encontraban.

Había en Jerusalén un hombre piadoso llamado Simeón. A este hombre de edad avanzada se le había revelado que no moriría hasta que viese al Ungido del Señor Cuando María y José entraron para presentar a Jesús al sacerdote, Simeón tomó a Jesús en sus brazos y bendijo a Dios. Simeón pronunció sus alabanzas a Dios en profecía poética. Los años de oración y paciente espera fueron al fin recompensados. Sus años de estu-­ dios de las profecías le habían permitido ver al sufrido Redentor mientras otros buscaban solamente a un rey temporal.

El himno de Simeón puede dividirse en tres estrofas:

1. Reconocimiento del acercamiento final de su vida, con agradecimiento y oración para un final en paz. (Lucas 2:29-30).
2. Declaración concerniente al infante Salvador; Una Luz Uni­- versal para todas las naciones y la verdadera gloria de Israel.
3. Profecía de los sufrimientos en Calvario y la pena personal de María.

La profetisa, Ana, de la tribu de Aser y de una familia promi-­ nente, había sido viuda durante ochenta y cuatro años después de haber estado casada durante siete años. Esto significa que tenía más de cien años de edad. Ella se sintió conmovida por las palabras de Simeón, y comenzó a dar gracias y alabanzas a Dios, y hablé acerca del infante Jesús.

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Llegaron a Jerusalén escolásticos gentiles que preguntaron donde podrían encontrar al Rey de los judíos, cuyo nacimiento se les había anunciado por medio de una extraña estrella. Estos hombres eran estudiantes de ciencia, especialmente astrología y religión. Procedían del este, muy posiblemente de Persia, Arabia y Babilonia.

Cuando estos hombres sabios preguntaron acerca del lugar del nacimiento del Mesías, el rey Herodes convocó los sacer­ dotes y los escribas, quienes le informaron que Belén sería el lugar de nacimiento del Rey. Herodes de inmediato planeó des­truirlo e instruyó a los magos que le informaran cuando lo encontraran. Sin embargo, los magos fueron avisados en un sueño y regresaron a sus respectivos países por otro camino. Los padres de Jesús fueron avisados por un ángel y huyeron a Egipto.

José y María ya no estaban en el establo sino ahora vivían en una casa. Cuando los magos dejaron a Herodes, vieron nueva­ mente la estrella y ésta los guió hasta la casa. Entraron, vieron al bebé con su madre, se arrodillaron y le adoraron. Luego abrieron sus cofres y presentaron oro y costosas especies.

El incienso era una goma olorosa, y la mirra era una goma usada en el oriente como perfume y también como especie, medicina y para embalsamar

Cuando los magos no regresaron, Herodes se enfureció y ordenó que todos los niños en Belén de dos años para abajo debían morir

José y María permanecieron en Egipto hasta la muerte de Herodes. Luego regresaron a Galilea y residieron en Nazaret.
Se nos ha dicho muy poco sobre los días de la niñez de Jesús. Hay dos versículos que nos hablan de su crecimiento y desarrollo.
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Lucas 2:40 “Y el niño crecía y se fortalecía, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios era sobre él.”
Lucas 2:52 “Y Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres.”

La educación de la criatura judía comenzaba en su hogar Tan pronto que podía hablar, la madre le enseñaba el SEMA. (Deut. 6A 9; Números 11:13-21; 15:37-41). El padre tenía la responsabi­ lidad de enseñar a su hijo el Tora. Podemos tener la certeza de que José y María eran diligentes en su responsabilidad. La edu­ cación formal comenzaba en la sinagoga local a la edad de seis años. Desde los seis hasta los diez años de edad, el libro o texto principal era el Antiguo Testamento.

Solamente una vez se nos da una referencia de sus días de juventud. Esto fue una ocasión cuando acompañó a sus padres a Jerusalén para la fiesta de la Pascua. Jesús tenía doce años de edad. Cuando sus padres estaban de regreso a Nazaret, habían ya viajado todo un día cuando descubrieron que el joven había sido dejado atrás. De inmediato regresaron y lo encontraron al tercer día en el Templo sentado al pie de los Doctores. Todos estaban maravillados de la sabiduría y el conocimiento de este muchacho de doce años.

La respuesta que dio a su madre reveló que El ya se hallaba consciente de Su identidad y misión.

Lucas 2:49 “¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que en los negocios de mi Padre me es necesario estar?”

Se debe notar que El se sometía a sus padres y les obedecía (versículo 51). Pero, Jesús, conocía su misión y su identidad, los doctores de la ley se sorprendieron con su sabiduría, y aun así no conocían su misión y identidad, esto sucede a menudo, muchos te medirán y calificarán por lo que sabes, no por tu
                     
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misión e identidad, porque no la conocen, porque te miran con ojos carnales y no espirituales y cuando esto sucede los doctores, los sabios, los mas que saben, se convierten en obstáculos de la verdad. Los que admiraban la sabiduría de Cristo, años más tarde decían que el echaba fuera los demonios por belcebú, porque nunca conocieron su misión e identidad.


Si Dios te a escogido, si Dios te llamo, si Dios te hiso libre es porque tienes una misión que cumplir, y una identidad celestial que solo el que vive en el espíritu puede ver en ti.

Amigo y hermano no importa cual sea tu llamado, si es pastor, si es evangelista, si es profeta, si es maestro, si es misionero ext. Siempre aparecerá un fariseo, un doctor de la ley, un sabio que piense en su interior que todo lo sabe, y que es superior a ti y te darás cuenta por su falta de humildad al querer contradecir todo lo que Dios te revele, pero jamás permitas que eso te robe el gozo, Cristo no lo permitió el siguió llevando el mensaje del reino, has tu lo mismo, tu misión no puede ser detenida mientr as tu no pierdas tu identidad, si jamás olvidas quién eres en las manos de Dios, no habrá diablo que te detenga.

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